Resumen

Se examina el ciclo de auge de las viñas y vinos patrimoniales de Chile a través de la revista satírica Topaze (1931-1970). Este magazine político se editó en el periodo en el cual la vitivinicultura patrimonial de Chile se encontraba en su ciclo alto, tanto por el consumo elevado del mercado interno (50 litros per cápita) como por la extensión de sus viñedos (50 hectáreas), cifras muy superiores a las actuales (14 litros y 15 mil hectáreas respectivamente). Se detecta que aquel apogeo tuvo relación con la alta valoración popular del vino como bebida de integración social, y no de distinción ni de status, en el marco del auge de modalidades de comercialización que no estaban controladas por las grandes empresas ni sus marcas. Al contrario, el vino se distribuía y vendía suelto, en envases retornables tradicionales (chuicos). La revista Topaze visibilizó y valorizó los símbolos de las bebidas vitivinícolas tradicionales, como vino y chicha, y sus envases simbólicos como chuicos y cachos. La prohibición legal del expendio de vino suelto, a partir de la modificación a la ley de vinos (1968), y la desaparición de medios de comunicación como Topaze, sensibilizados con la dimensión cultural del vino, contribuyó al retroceso de la dimensión popular del vino en Chile, la caída del mercado interno y el retroceso de las viñas patrimoniales.