Resumen

A lo largo de las reformas educacionales que ha tenido nuestro país, se ha intentado establecer coherencia entre los contenidos y la formación de valores y aptitudes en los estudiantes. Sin embargo, estas pretensiones se han visto relegadas por el sistema de mediciones que tiene nuestro modelo educativo y que se traduce en pruebas estandarizadas que intenta medir el nivel de logro de los contenidos curriculares. La reforma en curso aparentemente nos ofrece la oportunidad de desarrollar una educación integral desde una mirada innovadora y atingente a las necesidades de nuestra realidad país, pero surgen interrogantes acerca de su aplicación real y la relación con el actual sistema de mediciones, el que se presenta entonces como una amenaza para las nuevas Bases Curriculares y sus proyecciones a futuro.